Si me acompañas

Ahora estoy leyendo La Divina Comedia, ya sabes, de Dante Alighieri, si te apetece, me acompañas.

sábado, 19 de agosto de 2023

A Maria (versiones)

El azul del cielo no es bastante

Tiemblo tu recuerdo

tu piel arrugada, tu cabello recogido

tu verde mirada vacía, 

lloro mi nostalgia de ti

mi saberte bien y aún así

mi echarte de menos

tanto tiempo mi yo sin ti

sin tu piel cerca

sin tu abrazo dulce

Temblando tu ausencia

Evocándote 

 

 

El azul del cielo no es bastante

tiemblo tu recuerdo

tu cabello recogido

tu piel arrugada, 

tu verde mirada vacía.

Evocándote desde la niña 

lloro mi nostalgia de ti

mi saberte bien y, aún así,

mi echarte de menos.

Tanto tiempo 

sin tu voz dulce

sin tu abrazo cerca

tanto tiempo 

mi yo sin ti

temblando tu ausencia,

y el azul sin ser bastante.

 

 

lunes, 10 de abril de 2023

Sirenes i Balenes

Los proyectos recién nacidos, los inicios, las nuevas aventuras, reconozco que me encanta crear cosas nuevas, si es con los de siempre es genial porque te reconoces es otras vías y nuevas posiciones; si es con gente nueva, fantástico también por la novedad en todas sus aristas y además, en los dos casos, requiere ajustar el lenguaje propio, explicarse de nuevo, activar la escucha y dejar de lado los "dar por hecho". 

Reconozco también y aunque parezca contradictorio, que los cambios me dan algo de miedo, tal vez, ya no "miedo", más inquietud, preguntas... dicen que el cambio es lo único que permanece, que todo cambia y quien surfea esos cambios con más destreza es, no sé si más feliz, pero sí más sereno, con más paz.

Sea como fuera siento estas épocas de cambio con esa dualidad: la felicidad de lo nuevo, la energía de lo fresco, las ganas de lo que aún no es costumbre, la pasión de lo que se construye; y la intranquilidad de lo que aporta lo nuevo, lo que desbanca para ocupar su lugar, las decisiones y sus daños colaterales o efectos secundarios.

Un proyecto nuevo integra lo que has sido y muestra, sin que te des cuenta, lo que eres ahora, lo que te inquieta ahora, lo que te motiva en este preciso momento con las personas que están en el mismo lugar vibracional o parecido.

Parece que eso es Sirenas & Ballenas, reconozco las anteriores iniciativas de creación que compartidas con los compañeros de camino estrené, reconozco el camino andado y tomo conciencia de que es un paso más, y me ilusiona.



es





jueves, 6 de abril de 2023

Al Chico Bolsillo, esté donde esté

Retomo la novela que inicié en Lisboa. Entre líneas decido escribir una carta a su protagonista, el que fuera uno de mis mejores amigos, el entonces Chico Bolsillo.


       Mi querido Chico bolsillo,

 

Me regreso a la universidad y a los aviones volando, la calle de llegada y la iglesia que estaba en frente. El aulario casi no lo recuerdo, sí la comida macrobiótica. Las calles, el veintiocho, la escalera y el charlatán, la casa de madera y los miradores; el frío solo un poco y un mucho la cocina, caminar y algunos lugares, los cafés chiquitos, Graça, el empedrado y a ti.

Qué lejos quedó todo y tú mismo que lejos ya. No sé quién eres ni cómo te fue, Chico bolsillo. Pero fue hermoso conocerte, fuiste tan amigo. De entre todos los momentos, recupero la noche que nos contamos tanto en aquel bar de futbolín y terraza que hacía esquina. Fue hermoso conocerte y que me fueras parte. Eso ha de quedarse en mí, aunque ya no existas. Y no pueda recuperarte. Gracias a pesar de todo. Mi libro tendrá tu nombre, aunque ya no seas tú ni seas bolsillo.

 


 

 

 

 

 

lunes, 20 de febrero de 2023

Talla Dalh

 Hace años, no recuerdo qué edad tenía, solía,  las mañanas de los sábados, supongo que durante el desayuno, ver la televisión; en el programa que echaban en la 1, solo había dos canales (¡dios, qué vieja soy!) vi un montón de cine en blanco y negro, recuerdo especialmente El hombre que hacía milagros y todas las de Capra. Y a la familia Adams. Un día pusieron una película que me impactó por sus colores, por la humildad del niño protagonista, por la locura… pero desconocía a su autor y su director, no es una cosa que una niña pregunte al ver una película.

Ya en la adolescencia, un día hablando con un compañero de clase, al que le encantaba el cine, tanto o más que a mí, me vino a la cabeza que si tanto sabía, tal vez…  No pude creerlo cuando al describir un par de fotogramas de aquella película de infancia, él dijo: “Willy Wonka y la fábrica de Chocolate”. No se trataba de la  de Burton y Depp, sino a la anterior, la de Stuart y Gene Wilder, del año 71.
Yo ya amaba hacía mucho a Roald Dalh, pero no había leído su fábrica de chocolate. Lo leí y vi la película, pues Fede no solo sabía de qué se trataba, sino que tenía la cinta (¡una cinta de video Beta!!!). A partir de ese día, leí todo lo que me quedaba por leer o releí todo lo que pude. El melocotón gigante, las brujas, Matilda, Jorge y su medicina, Dani,  los cuentos completos...
Creo que leer a Dalh te hace mejor persona. Creo que es un maestro del contar que no pierde el humor, que describe personajes y espacios, sentires y dolores con sensibilidad y juego; crea atmósferas y estados anímicos donde querrías quedarte a vivir. Creo que los raros nos sentimos siempre en casa con Dalh.
Creo además que, por ejemplo, Harry Potter no sería sino hubieran existido antes los personajes de Dalh, desde Charlie a Matilda.
Creo que no hay que cambiar una coma al maestro de la infancia, que no va del lenguaje políticamente correcto, ni de recortar aquí y allá como quién acorta un vestido. Si Roald Dalh nos viene grande es que nos hemos hecho muy pequeños en sensibilidad, comprensión e inocencia.

 


 

A propósito de la censura de los libros de Dalh.

lunes, 16 de mayo de 2022

... de almejas y serpientes

Hace años coleccionaba papeles que encontraba por la calle con notas, frases o listas de la compra.

Hace unos días, un amigo que sabía de esa manía mía, me envió esta foto.

Recuerdo el momento exacto en el que me deshice de todas las notas recogidas por ahí.

Fue por una mudanza.
Las mudanzas nos permiten deshacernos de lo que ya no es...

Tal vez por eso nos remueven y cuestionan, porque ¿qué es lo que ya no es?

Las mudanzas, a las que somos un poco serpiente, nos sientan bien, pero primero las lloramos, ¡vaya que las lloramos!

 

 
 
 
Esta es, en realidad, una entrada del 22 de marzo del año pasado de Instagram. 

                                    Sigue vigente. El cambio es lo único que permanece.



sábado, 14 de mayo de 2022

París 1955


 

   
Los de la esquina de la foto son mis abuelos, en el año 55, en París, obvio, un 17 de septiembre.
Mi abuelo escribía detrás de las fotos el día, a veces, también la hora del momento de la imagen. No llegué a conocerle, sin embargo, me sé su caligrafía de memoria, por las fotos, algún escrito y mis ganas de saber más sobre un hombre que se me antoja de lo más divertido, amable y generoso. También le guardo mucho amor por el que le profesaba mi padre, del que leí un textito sobre él, de aquellos textos que te ponen la piel de gallina, y las lágrimas te hacen brillar los ojos.
La de la esquinita es María, mi abuela paterna, a la que sí conocí y a la que añoro tantísimo, a pesar de los muchos años que ya no está cerquita; me impresiona y si hay alguien al otro lado de estas letras, os invito a fijaros en su ropa, su estilo, su bolso, sus gafas... ¡Año 55!, y parece que en cualquier momento podrías encontrarla vestida así un día como hoy 13 de mayo de 2022.
 
Bon jour!

martes, 10 de mayo de 2022

Zona Templada y Charlie

Como dice Gustavo Martín Garzo en el prólogo: "El arte es el lugar del perdón".

Jonathan tiene 10 años y un día comprende que su casa y su infancia no son lugares idílicos y que, a veces, le gustaría vivir en las tiras cómicas de Schulz, el autor de Charlie Brown.

En el libro, Franzen habla como de pequeño se sentía culpable por todo como Charlie Brown (como yo). Culpable también de las toallitas del fondo del armario de ropa blanca que nunca usa, de la jerarquía dentro de sus canicas preferidas, habla de cómo se siente culpable por el uso que hace de juegos infantiles, cosas pequeñas y sencillas que me recuerdan también a mí y a la culpa como ejercicio cotidiano.

Me hace gracia que la primera vez que Schulz publicó llamaron a su tira cómica Peanuts, que además de cacahuete significa algo sin mucho valor, algo insignificante.  Eso le dolió y años más tarde en una entrevista, decía que no lo había perdonado aún siendo un autor de mucho éxito y muy bien pagado... Mi blog se llama Virguería que es exactamente eso: algo sin valor, sin importancia, un Peanuts también.

Este libro tan chiquito como maravilloso habla también de lenguaje, dibujo, zonas templadas, infancia y perdón...

#libros
#charliebrown