Si me acompañas

Ahora estoy leyendo La Divina Comedia, ya sabes, de Dante Alighieri, si te apetece, me acompañas.

jueves, 1 de octubre de 2020

Sant Joan en octubre

Decía Agatha Christie que fregar los platos le daba inspiración para escribir sus crímenes, que muchas de sus novelas se habían tramado en la pica. A mí, fregando hoy, me vinieron recuerdos...

Era San Juan y habíamos quedado en la playa de un pueblo costero, no recuerdo cuál, sí sé que llegábamos tarde, éramos unas cuantas las que con el tren, las prisas, la fiesta y el cava llegábamos tarde, y una la que nos esperaba. Carmen.

Hubo confusión, que si esta playa, que si la otra, que si este bar, que no, que no hay sitio, que mejor el siguiente. Y al llegar, que ganas de encontrarnos con Carmen que llevaba rato esperando.

Y yo, que no la conocía mucho, de un par de veces, siempre en grupos grandes, le dije que me sabía mal haber llegado tan tarde, pero que la imaginaba hablando con unos y otros, que no me preocupaba porque la veía una persona abierta e improvisadora, y que seguro lo estaba pasando bien mientras no llegábamos.

No sé si fue ese mismo día, esa misma noche, la de San Juan, o alguna semana más tarde, cuando Carmen me dijo que le había gustado que yo tuviera esa impresión de ella, que no se sentía así, que acababa de separarse, que a veces se sentía frágil y poco resolutiva y que, el que yo la viera capaz, fuerte, autónoma, le había dado la energía para serlo.

Siento que eso ya estaba, aunque ella no se sintiera así, que en la vida se crean realidades al nombrarlas, y también lo ya existente se hace consciente y visible al ser nombrado. 

Gracias, Carmen, por este recuerdo y por tu fuerza honesta...

Hay pensamientos que las más de las veces callo, porque creo que todos están viendo lo mismo que yo, y es tan extraño saber luego que no, así que hay que nombrar, para tener el cuadro completo; cada cual ha de decir, si así lo siente, claro, lo que ve. Y si es para bien, no un bien moral, un bien que construye y vibra, compartir la visión. Mi visión empoderó a Carmen que se vio, a su vez, en el espejo del “Sí, puedo", donde ya estaba.

Es solo una idea...

 

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