¿Juegas?

No puedo preguntarme lo que no he visto o lo que no veo, porque ni siquiera sé que existe. Sí puedo ir entendiendo que las cosas no son como las veo o las siento, que es cuestión de percepción, amplitud, saber que esto es una manera de ver y estar en el mundo, pero hay más, diferente, otros, otras percepciones … yo no sé lo que ves tú, ni lo que sientes, solo puedo escucharte con el mínimo juicio e interpretación posible de la que soy capaz ahora.

Juguemos: El cuerpo como puerta.

Cada ser tiene un árbol genealógico, un lugar de origen, un viaje… le ha sido asignado un transporte, ese transporte es un cuerpo… si voy a la nieve, pongo cadenas en el coche. Si voy por el agua, la estructura de mi transporte requiere de unas necesidades diferentes a las de un transporte aéreo, una bici tienes unas posibilidades diferentes a un patinete o a un tractor. ¿Creamos esos transportes por el medio por el que se van a mover y el servicio para el que han sido creados, o es el medio que hemos creado para el transporte?
La respuesta parece obvia, pero ¿y si la pregunta está mal planteada? ¿y si son las dos cosas? ¿cabe la posibilidad de que ninguna de las dos? ¿a dónde nos llevan estas cuestiones? ¿hace falta ir a alguna parte? ¿quién responde a estas preguntas?

Volvamos al transporte… si el patinete es para ir rápido, solos, … no decimos que esté mal diseñado, está perfecto para la función que tiene.  El cuerpo es igual, no hay malos cuerpos, ni les falta nada, son el transporte perfecto para el camino que deben llevar a cabo, el aprendizaje y el servicio al que han sido llamados. ¿Podemos modificar el patinete? ¿podemos cuidarlo mejor o peor? ¿podemos tunearlo y perfeccionarlo? ¿y con el cuerpo?

¿Qué significa ver? Vemos aquí y ahora lo que es necesario para seguir caminando y viendo y experimentando…y un día vemos más o, tal vez, veamos menos… ¿qué significa ver más y menos? ¿hablamos de los ojos, de la visión, del corazón, del espíritu? ¿y si no hiciéramos compartimentos estancos? 

Voy a por más.
Ahora vuelvo…