Un jersey prestado. Un calor eléctrico. Conversaciones de letras y tecnología. Y navidades que ya no serán como entonces. Nada lo será. Una nube grande y gris, pero también sol. Es difícil distinguir la claridad y las puertas abiertas, pero existen. Lo sé, aunque solo las vislumbre. Vislumbrar es un verbo que nunca había usado, he tenido que buscar en el diccionario para saber si era exactamente lo que pensaba, porque ahora se me aparece en todas partes. Porque ahora lo describe casi todo.
Vislumbro letras, sentires y ganas.
Vislumbro ideas, amigos y días.
Vislumbro sueños, caras y proyectos.
Vislumbro cambios y deseos.
Vislumbro viajes.

Vislumbro cómo pasaré la Navidad.
Él sí estará. En mi recuerdo. Y su nombre en el rótulo de la calle donde celebraré la Navidad.