Tati ya no vive aquí

Hace años tenía la absoluta certeza de que Dios no lo estaba haciendo solo. Sin duda, algunas escenas las estaba reescribiendo y, a juzgar por los resultados, estaba siendo ayudado por grandes tipos.

Cierta fiesta en Lisboa y la chica de la falda amarilla que cogió elegantemente el taxi eran cosas de Godard. A Tarkovski le atribuyo un anochecer en una casa abandonada en Barcelona. A Almodovar (sí, ya sé, no está muerto... tendrá otro tipo de contrato, qué sé yo), una visita en el pueblo, C es testigo y actriz secundaria. La mano de Buñuel la veo a menudo... y deben haber otros tantos que a mi se me escapan.
La explosión de hace poco en Buenos Aires, por ejemplo, P se la atribuye a Paul Verhoeven.

Por eso, pienso que si a partir de hoy vemos que algún detalle de nuestro alrededor se vuelve más bonito y creativo, tal vez, sea cosa de Steve.





I've got a little job for you