Manido, muy manido lo sé.
Si digo que unos se van y otros nacen.
Si digo que la muerte es parte de la vida.
Si hablo de la ilusión del que recibe o del echar de menos al que nos deja, no estaré diciendo nada nuevo. Parece que todo se dijo ya.
Han sido dos semanas muy buenas de días veloces, pero vividos.
Y sé que
el encuentro organizado por A
el email de G
las confesiones de E
la operación de P
la llamada de M
han sido pequeñas grandes cosas que han tomado un gusto extraño por estar comprendidas entre dos momentos emotivos, bellos y humildes.
El 16 de enero nacía Martina.
Hace dos días moría el padre de José Ramón.
Me ha impresionado el cura que oficiaba la misa de despedida. Cuando ha hablado de los cristianos y su fe en la otra vida. Yo creía que iba a decir "tenemos la esperanza", sin embargo, él ha dicho "tenemos la certeza".
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