Si me acompañas

Ahora estoy leyendo La Divina Comedia, ya sabes, de Dante Alighieri, si te apetece, me acompañas.

miércoles, 24 de abril de 2013

Aunque

Aunque me empeñe en fijarme más en las piedras que en las nubes del camino; aunque vea los obstáculos como trabas y no consiga entenderlos como retos; aunque me empecine en poner nubes a los días de sol, he de reconocer que recibo miles de regalos diarios.
Somos afortunados de tener estos momentos, dijo E no hace tanto a propósito de un fin de semana bien conversado, y me descubro a menudo recuperando sus plabras y dándole la razón desde el desconcierto de saber que hay quien para el tiempo y se fija y reconoce los detalles.
Aunque me empeñe en la tristeza y el desaire, me llegan palabras, más que amables bellas, de voces nuevas que habré de entender como nuevos amigos, aunque me extrañan sus nombres y sus nuevas caras ocupando lugares que durante tanto ocuparon otros. Tal vez, aunque no lo sienta así del todo, se trate de añadir y no de reemplazar. ¿Puede tener alguien un censo exacto de amigos? ¿Se puede abarcar el cuidado de muchos? ¿La dedicación? ¿Es la amistad recorrido o momento?
Aunque me empeñe en no oir, palabras de amor se hacen puente entre los ruidos.
Hoy me dijeron y me gustó un "te voy a echar de menos, me rio contigo", y a mi que me puede la idea de que ando falta de risas y con exceso de afectación, me ha gustado saber que alguien piensa así de mi.
Gracias pues por las voces que se hacen espacio entre codazos entre la densa niebla del no estar del todo dispuesta, del no ser del todo capaz de recibir.

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