No sé si me voy a morir esta noche o es fruto de mi viaje a Valencia y sus motivos, pero durante mi sueño del regreso en tren ha pasado por mi cabeza mi vida como dicen que ocurre momentos antes del fin. Me he despertado cuando entrábamos en la estación. Me he puesto los zapatos y la chaqueta y he bajado del vagón número 14 que no era el mio, pero que estaba casi vacio y he ocupado invitada por el asistente de viaje. Me he cruzado la mirada con un chico guapo y ha seguido la película de mi vida.
Después de pasear y de parar un taxi como si fuera una peli americana, he llegado a casa. Parece que a salvo. Tal vez, no muera esta noche. No tengo muchas ganas de morirme.
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