Laura, Elisa y Dulcinea y otras chicas del montón

Ayer, viernes al sol, vi el primer capítulo de una serie, sin saber que era el primero de ninguno más y que tendría que quedarme con las ganas hasta vesasabercuándo, que se títula Person of interest.
El protagonista ha echado su vida a perder por la injusta y no aclarada muerte de su enamorada. Y me da que iremos sabiendo de su historia en los capítulos siguientes, será el leitmotiv más importante, creo yo.
Se me ocurría que muchas son las mujeres, reales o ficticias, que son protagonistas a la sombra, sugeridas o nombradas, de la venganza, búsqueda o tormento de los protagonistas masculinos de las series actuales.
Dicen que Petrarca conoció a Laura el Viernes Santo de 1327 y que desde entonces inspiraría su poesía. Dicen que es a través del amor romántico que el alma se eleva desde el amor terrenal a su realización en Dios. Dicen también que Laura no es de carne y hueso que viene de “laurel”, símbolo italiano del premio a la belleza poética creada. Dicen que Laura es la contradicción entre lo sensual y lo espiritual.
Y dicen que el concepto idealizado de mujer pervivió hasta bien entrado el XVI.
¿Sólo eso?
Yo pienso que cuando los guionistas actuales crean esa mujer que pone en pie de guerra al hombre atormentado y sin justificación vital que deambula por el mundo con la valentía de perdedor, están resucitando a Laura, a Beatriz, a Elisa…

"Yo, Beatriz, soy quien te hace caminar;
vengo del sitio al que volver deseo;
amor me mueve, amor me lleva a hablarte.
Cuando vuelva a presencia de mi Dueño
le hablaré bien de ti frecuentemente."


(Fragmento del Infierno de Dante. Canto II)


Por suerte, ya podemos ver Fringe. Y Olivia no es muy Beatriz que digamos.